La adoración a Dios no puede estar determinada por las circunstancias

Esto tiene su fundamento en algo que se ha repetido muchas veces, una adoración genuina es mucho más que meras palabras y las acciones que puedas realizar, también va más allá del momento que utilizas para cantar a Dios (“momento de adoración”), la adoración que Dios busca de ti es aquella que va desde el momento en que te levantas cada mañana hasta el momento en que te acuestas, y abarca cada una de las cosas que haces durante el día; incluyendo todos los días de la semana y cada una de las actividades que realizas -espirituales y no espirituales.