Romanos 14:12
“Así que cada uno de nosotros tendrá que rendir cuentas a Dios de sí mismo”.
Cómo puedes servir bien a Dios si tu cuerpo no te lo permite. Muchas veces por no ser responsable de cuidar el templo del Espíritu Santo no puedes cumplir con los compromisos que tienes con Dios.
Debes ser responsable con lo que Dios te pidió que administraras, lo primero es cuidar tu cuerpo.
No dejes de servir a Dios por no tener cuidado de lo que Él te pidió que administraras. Porque llegará un momento en que te pararás delante del Señor y te dirá: “yo pagué un precio por ti y por tu cuerpo, ¿cómo lo administraste?”.
Dios espera que cuides lo que Él te entrega, y lo principal, lo primero… tú mismo.
La importancia que tiene de que cuides tu cuerpo, de sustentar tu cuerpo es que si no logras hacerlo contigo cómo lograrás amar a los demás (Efesios 5:29, “Nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como lo hace Cristo con la iglesia”). Debes ser capaz de amarte a ti mismo para poder amar a los demás. Cómo podrás servir a otros si no eres capaz de cuidarte. Dios te pedirá cuenta por ti, no por el que está a tu lado.
¿Si estás enfermo puedes servir bien a Dios?
¿Si no te cuidas puedes servir a Dios?