Santiago 1:27
“Delante de Dios, la religión pura y sin mancha consiste en ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y en mantenerse limpio de la maldad de este mundo”.
En este versículo hay un concepto muy interesante, sobre la “religión verdadera”, este pasaje está hablando de una fe genuina, que al final esta fe que tú tienes, estas convicciones que has ido adquiriendo, se refleja en que te ocupes de los otros, específicamente extender una mano a los más débiles y vulnerables, a aquellas personas que necesitan de ayuda, pero de todo tipo de ayuda, desde ese amigo que necesita ánimo y compañía, hasta aquella persona que le puedes prestar una ayuda física, por ejemplo, repartir un café o un pan a una persona en situación de calle.
En síntesis, la religión verdadera no es una prenda de ropa que se pone y se saca, sino que es un desafío sobre cómo vivir delante de Dios, pero también delante de los demás, entonces, la fe verdadera se vive y se practica.
Un razonamiento muy similar es el que hace Cristo en el evangelio de Mateo 7:21-24. Pon atención al versículo 21, específicamente en la idea en que «no todo el que me dice…sino el que hace». En este pasaje, Jesucristo te quiere mostrar que tu fe, tu amor hacia él, tus convicciones, no solo se dicen, sino que se hacen (no basta con publicar una foto en Instagram con tu versículo bíblico favorito), porque si solamente te preocupas de decir y decir, no haciendo absolutamente nada, esto te convierte en un cristiano hipócrita.