Deja que Dios sea tu luz y guía
Es imposible entrenar bien y lograr resultados si no pides ayuda para entrenar, cuando lo haces solo, es 70% más complejo llegar a los resultados que esperas tener, que cuando eres acompañado por un tutor, profesor o alguien que sepa del tema y te ayude a lograr tus objetivos. Cuando entrenas con Dios, debes dejar que Él te enseñe y te guíe. Sé capaz de hablarle y deja que Él te hable por medio de su palabra. Muchas veces necesitas de Luz para que te guíe a entender la verdadera intención y capacidad de tu don y talento, ahí juega un papel fundamental la Biblia.
Salmos 119:105
“Tu palabra es una lámpara a mis pies;
¡Es la luz que ilumina mi camino!”
2 Timoteo 3:16-17
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”
Esta luz, te puede ayudar a entender no solo lo que hoy puedes hacer sino que ilumina más allá de lo que hoy puedes ver, el camino es largo, para nada corto, y Dios quiere prender luces altas para que puedas ver más allá de medio metro. Dios cuando da un don o talento, lo que Él espera es que tú veas más allá de lo normal, y entiendas qué quiere de ti con aquello que te fue entregado, sabiendo que es un regalo, para ser usado en Su obra, con otros y para otros.